Victoria Kent: la primera mujer en ingresar en el Colegio de Abogados de Madrid
Victoria Kent (Málaga, 1891 – Nueva York, 1987) nació en el seno de una familia humilde y, gracias a sus iniciativas humanitarias, pronto se hizo popular entre las clases más modestas de Málaga. Aunque de pequeña se negó a ir a la escuela (fue su madre quien le enseñó a leer y escribir), más tarde estudió en la Escuela Normal de Maestros. En 1920 se trasladó a Madrid para matricularse en la Escuela de Derecho (a pesar de que en aquella época no era común que las mujeres dejasen el hogar familiar, excepto para casarse o ingresar en un convento) y fue la primera mujer en inscribirse en el Colegio de Abogados de Madrid, en 1925. También fue la primera que ejerció como abogada ante un tribunal militar y una de las primeras mujeres en ejercer la política: obtuvo un escaño de diputada en las Cortes constituyentes por el Partido Radical Socialista en Madrid en el año 1931.
María Zambrano: la primera mujer en recibir el Premio Cervantes
María Zambrano (Vélez-Málaga , 1904 – Madrid, 1991) es una de las mujeres más ilustres de la historia de Málaga, además de una de las pensadoras y filósofas más trascendentales de todos los tiempos en España. Ortega y Gasset fue uno de sus maestros durante sus años como estudiante de filosofía. Durante la Guerra Civil, María Zambrano colaboró con el bando republicano y, tras finalizar la contienda, se vio obligada a exiliarse. Durante medio siglo, vivió en diversas ciudades, como París, Nueva York o La Habana y finalmente se instaló en México, donde impartió clases de Filosofía en la Universidad de San Nicolás de Hidalgo de Morelia. En 1981 recibió el Premio Príncipe de Asturias. También fue nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Málaga y en 1988 se convirtió en la primera mujer en recibir el Premio Cervantes.
Ana Carmona: la primera mujer futbolista
La historia de Ana Carmona (Málaga, 1908 – Málaga, 1940) es la de la primera mujer futbolista de España. Bajo el pseudónimo de ‘La Veleta’, Ana Carmona se hacía pasar por un hombre para poder disfrutar de su gran pasión. Entre los años 1920 y 1930, Ana llegó a jugar en el Sporting de Málaga y para lograrlo contó con la ayuda y, sobre todo con la discreción, de muchos de sus compañeros de equipo ya que, en aquella época, las mujeres no podían jugar al fútbol.